A veces maldigo tu existencia; otras alabo tu esencia. Porque por ti se me están acabando los pensamientos positivos y mi sentido del humor. Aunque por otro lado, me has devuelto la inspiración para escribir de nuevo con ese sentido romantico y bonito, te agradezco todo eso..
Ansío desesperadamente tocarte otra vez, volver a perderme en tu mirada, que la siento cada vez que despierto y visualizarte de una vez, por todas. No me importa como seas, aún así te voy amar por sobre todas las cosas.
Cada día que no hablo contigo es un sin vivir. Me pregunto a todas horas que estarás haciendo en ese preciso momento. Intento calcular el momento exacto en el que te veo aparecer con un “Hola”.
¿Sabes? Me hiciste sensible cuando me había acostumbrado a parecer que no tenía sentimientos. Me he habituado a hablar de ti todo el tiempo.
Te quiero con todas tus virtudes y defectos, total, no buscaba a alguien con perfección, me gustan las imperfecciones.